Hoy ha sido un día de recuerdos, muy emotivo.

La Delegación Toledana de Natación ha homenajeado a mi papi por su labor al frente de la natación toledana durante tantos años. Y en la piscina por la que tanto peleó, la primera piscina cubierta en la ciudad de Talavera.

Recuerdo que le indignaba ir a poblaciones mas pequeñas donde existían climatizadas, y que su Talavera del alma no la tuviera. Hasta que la pelea dió sus frutos no paró.

Han estado compañeros suyos de fatiga, y compañeros míos de viajes y bocadillos, de madrugones y pernoctas, de podium y fracasos. Y muchos han ido con el único objetivo de acompañar a mi madre en su tristeza y su orgullo.

La placa y las flores han sido la parte material, pero, sinceramente, el mejor recuerdo es ver la piscina llena de bañadores, gorros, gafas, toallas y clubs, federados y organizados porque un día, el Sr. Soriano, decidió coger las riendas de la Delegación, dando horas, tiempo, ganas, ilusión e incluso reprimendas para que todo fuera como a él le gustaba, un trabajo bien hecho que han sabido continuar muchos entusiastas del medio acuático, a los que hoy mi familia y yo les damos las gracias por reconocer una labor tan altruista como reconfortante.

Gracias a Moisés, al Ayuntamiento de Talavera, a mis compañeros Silvia y Meme.
A tí, Carmen, por tu atención, tu actitud y tus palabras, que siempre engrandecen mi recuerdo.
Y gracias a todas y cada una de las personas que en algun momento han asociado la natación toledana con la figura de «Soriano». Ese ha sido su legado, y otro motivo más de orgullo para nosotras.