Domingo corto, con una hora menos robada de madrugada. Lo que implica comer a horas raras y rutinas más tardías.

Sábado de piscina y rapto de niñas. Qué mayor me estoy haciendo! He tenido una noche de sábado sin obligaciones, y sólo he pensado en dormir. Pereza absoluta pensar en ponerme la pestaña para ir a ningún sitio. Menos mal que siempre hay algún buen picoteo debajo de casa.

Y domingo de Fórmula 1 y rescate de infantas. Y, si las horas nos cuadran, ir al cine a ver una versión de mi cuento favorito.

Todo lo demás en orden. Más o menos clara la fecha de mi incorporación al trabajo, más o menos claro que hacer con las niñas, mas o menos claro que cada vez me molesta más la cicatriz derecha, señal que se acerca el calor y mis brazos empiezan a sufrir un punto más.

Ah! Y se me olvidaba! Cruzad los dedos, que he tenido visita para la venta del ático. Soñar con un verano en una piscina comunitaria me alegra el día, que simple que soy.

Disfrutad de este domingo. Nunca más se va a repetir.