Archivo de la etiqueta: Cirugía plástica

Esperando

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Si tenéis la suerte de no haber pasado por quirófano en los últimos años, os enseño la información que la Comunidad de Madrid te ofrece con respecto a la operación. Con esos cálculos, mas o menos toca sueño reparador hacia el 8 de febrero. Que prontito, verdad?
Ya estoy corriendo otra vez al Primark© a por pijamas y zapatillas correpasillos, aunque se prevee un ingreso fugaz.

De nuevo el olor a alcohol, el mal rato en la sala de despertar, las despedidas, los sueros
y las vías. El dolor físico y la sonrisa emocional pensando en el verano y los escotes hasta el ombligo.

La pregunta del millón cuando sale el tema es si no tengo miedo al quirófano, y la respuesta es muy sencilla: pues claro que lo tengo, pero si he tenido que pasar para cosas tan malas, por qué no pasar para otras tan buenas.
Pensad que la primera vez me dormí pensando en una mastectomía radical para extirpar un tumor malo malísimo de cada lola. Consiguieron salvarlas para más tarde cortar de raiz casi toda mi femineidad, todo lo que físicamente me diferenciaba de ser un maromo: primero ovarios y, tres meses después, decía adiós a mis lolas.
Cómo no voy a estar deseando volver a dormir para abrir los ojos a unas prótesis que me devuelven parte de mi autoestima perdida? Tú también lo estarías, te lo aseguro.
Sobre todo, pensando que es el final de un proceso, el carpetazo definitivo a la etapa más complicada de mi vida. Feliz es poco!!!

Y por ahora poco más. Feliz fin de semana.

Os leo!!

Lipoestructura

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Siguiendo con el recopilatorio de grandes éxitos de quirófanos, hoy os voy a contar la primera reconstrucción plástica que me hicieron. El nombre técnico es lipoestructura Colleman. No, no lo he escrito mal, no es lipoescultura, es lipoestructura. Es una técnica bastante nueva, por la que te extraen grasa de tu abdomen, la centrifugan, y la inyectan en el pecho para rellenarlo. De esta manera, al ser tu propia grasa, existe menos riesgo de rechazo, y el efecto estético es mucho más natural que la silicona. Sí, lo se, soy una afortunada.Desgraciadamente, no a todas las pacientes en mi caso les realizan esta técnica.
La operación en sí es bastante cortita, como un par de horas, y no existe dolor en el postoperatorio más allá del normal por la invasión. En 48 horas, si todo va normal, estás en casa. Lo peor, que tienes que ir enfajada unos meses, en mi caso cuatro, y en pleno verano, y sólo te debes quitar la faja para la ducha, ni siquiera para dormir.
El resultado? En mi caso, lado derecho muy logrado, lado izquierdo muy pobre. Demasiado hueco para rellenar. Y por grasa no será, que tengo para mí y para setenta lolas más, pero el hueco era excesivamente grande. Y hablando ya de volver a quirófano para otra fase de reconstrucción, hablando de implantar silicona en el izquierdo para igualar, aparecieron dos «masas sospechosas» que precipitaron la mastectomía. Más adelante os contaré como llegué a tomar esa decisión.
Por hoy os dejo. Os hablaría de más cosas, pero ni debo ni puedo.
Un abrazo de los grandes con suspiro incluído!