Así estoy desde anoche, insegura. Aparte de indignada, rabiosa y mosqueada.
Me han arrancado mi bolso del cochecito de Carlota, y con el se fueron unos cuantos euros destinados a ayudar a los Reyes Magos, las llaves del coche y mi móvil.
Todavía estoy esperando para poder hacerme un duplicado de la tarjeta ya que, afortunada de mí, tengo teléfono de repuesto.
La sensación de indefensión siguió a la de asombro, y después el desaliento en forma de llantina que no era capaz de frenar. Hay que ser mala sangre!

Encima tengo que dar gracias, ni a la peque ni a mí nos hicieron nada, y al final lo material se acaba reponiendo, mi tensión mañanera mirando a todos lados y sujetando el dinero con ansia tardará un poco más en volver a la normalidad.

Y los Reyes de camino y yo lamentándome por bobadas. Lo importante hoy es no perderme ni un segundo de cada mirada a esas carrozas llenas de luces.

Que vengan llenas de deseos cumplidos para cada uno de vosotros.

Os leo!