Reconozco que con la música a todo trapo, dos locas gritando y jugando y la perra saltando entre ellas es bastante difícil escribir. Pero hoy es domingo, el mejor día de la semana desde hace un tiempo. Descanso, comida todos juntos, siesta a cachitos, juegos, risas, deberes…rutina pura y dura, pero ya sabeis que adoro la rutina y temo los cambios.
Esta semana será de médicos otra vez, hay que coger fuerzas. Y con un día festivo en medio se hace bastante más atractiva.
Si alguien me hubiera dicho que mis domingos iban a ser así hace cuatro años, me hubiera partido de la risa. Tanto a nivel familiar como económico era difícil de imaginar, pero la vida da esos giros y hay que intentar adaptarse. Ya, es muy difícil, pero si os soy sincera, no dudo en deciros que no cambio el día de hoy por una comida en un restaurante super de moda con trapitos monísimos y risas de lata. Confieso que amo este revuelo, este desorden de juguetes invasores, estos trapos domingueros, estos gritos que suenan a canción del verano…
Por eso, hoy os dejo pronto, me reclaman unos bolos de peluche y un resumen de science. Que disfruteis de vuestro domingo.
Oct9