Oficialmente, para mí ha empezado la Navidad. Casa decorada, y primera comida-cena-clásicoMadridBarsa de la temporada. Imagináos las ganas que tengo, empezando por la decoración, que ha sido muy duro, y acabando por ponerme monísima para la comida. La niebla, el frío, los tacones, las lolitas…puff, que pereza!

Pero…blablablá, blablablá, hay que seguir adelante, blablablá blablablá. Y entonces, por qué han vuelto mis pesadillas? Por qué ando llorando por las cosas más ridículas? Por qué me afecta todo tanto? Por qué no tengo ganas ni de regalos? Yo, la reina de la previsión, que en noviembre tenía todo encargado a los Reyes, que estrenaba modelito en cada evento, que tenía conjunto para sus niñas casi desde después del verano…qué me está pasando? Inditex, vuelve a mí!!

Menos mal que mi pre-púber empieza a quejarse que no tiene ropa, y que la peque crece muy deprisa, así que dolorosamente, tendré que pasarme por las rebajas, 😉

En serio, estas Fiestas no me voy a tomar las cosas tan en serio, y voy a intentar no pasar un solo día serio.
Y os recomiendo quitar vosotros también el «serio» de vuestras vidas; vamos a intentar sonreir un poquito más.
Por probar no perdemos nada, no?