Bueno, bueno, de nuevo mañana de hospitales, aunque hoy me he traído a la excursión una acompañante de excepción. Ha sido el primer viaje en Metro de Carlota, y sigue sin dormirse porque todo la asombra: la locución en cada parada, las sonrisas de los usuarios, los ascensores…
Y la mañana está dando sus frutos. Ecografía hecha. El golpe no me ha hecho nada, pero como se veía líquido, pues punción y a extraer. En el informe lo llaman linfocele.
Es sorprendente, pero no he sentido el pinchazo. Totalmente insensible. No se si eso es bueno o malo, pero por lo menos no me he enterado, y he podido ver cómo era el líquido y la cantidad: 15 cc de algo parecido a la gelatina antes de cuajar, en un amarillo oscuro feo y con espumilla. Lo se, no hacía falta ser tan explícita, pero si alguien pasa por lo mismo que yo, querrá saberlo. En mi caso, a mí me gustaría.
Han tenido que usar dos jeringuillas, pero esta vez no ha sido mucho.
Eso sí, ahora me duele a rabiar la cicatriz e incluso el brazo, me tengo que dejar el apósito hasta esta noche. Pero nada que no se pase con un ibuprofeno. Me voy feliz porque no hay nada, yuhuuuu!
Y ese va a ser mi motivo para sonreir hoy. Voy a seguir disfrutando del viaje con mi compañera, que está saludando a medio vagón.
Sed buenos!!