Jornada larguísima de médicos esta mañana, bendita Seguridad Social. Hora y media de retraso en la consulta, entre nervios y conversaciones sin fondo con el resto de pacientes, en el más amplio sentido de la palabra.
Primero una eco vaginal para ver mi útero, atrofiado el pobre, ya no sirve, pero está bien. Y luego consulta semestral de onco-ginecología. Esta vez sólo revisión de cicatrices, porque los resultados de la citología anterior estaban bien. Y van a valorar si medicarme con hormonas para paliar los efectos de esta menopausia tan prematura. Hay que analizar pros y contras, y lo van a consultar con el equipo médico, así que la semana que viene vuelvo a ver que han decidido.
Además, al hablar de «novedades» en el plano genético, muy interesados por el caso de mi padre. El BRCA1 implica riesgos en muchos órganos, pero, hasta ahora, el pulmón no era uno de ellos, y tras el caso de mi padre y otro que han tenido en consulta, tienen motivo para empezar a estudiar la relación.
Lo se, que horror, más riesgos, pero, aunque no lo creáis, para mí ha sido motivo de alegría. Todos los estudios son un seguro para el futuro de mis hijas, y sólo por eso merece la pena.
Y ahora, tarde de piscina, Cuore y cafetito. Que disfrutéis del resto del miércoles como os merecéis.