A ninguno os sorprenderá si os digo que hoy escribo desde el centro de salud. Ahora ha caído Berta. Y yo anoche con fiebre, lo nunca visto.
Yo, que, cual lagarto, suelo andar por los 35° como temperatura media.
Es lo que tiene compartir sofá, manta y mocos. Que se pasa de unos a otros como los rumores de twitter 😉
Hoy es el día de los enamorados, aunque es una fiesta que no he celebrado nunca. Y no por aquello de celebrarlo todos los días, blablablá bablablá, sino porque creo firmemente que todos estamos enamorados de algo, no tiene por que ser de alguien.
Por ejemplo, desde los más materialistas que se enamoran de su coche o moto nuevos, de unos zapatos, de un apartamento, hasta los más poéticos que se enamoran de un atardecer, de un cuadro, de una melodía.
Y el alguien de quien nos podemos sentir enamorados no siempre tiene que ser una pareja.
Quién no está enamorado de un bebé, sea hijo, sobrino, nieto…
Quién no está enamorado de un abuelo por dulce, por sabio, por ser todo.
Quién no está enamorado de un amigo por estar ahí, por entenderte sin palabras, por prestarte siempre su hombro.
En definitiva, hoy es 14 de febrero, el día de todos los que queremos algo y a alguien.
El mío lo es. Espero que el tuyo también.