Bienvenidos de nuevo.
Tráfico a reventar, babys, mochilas…definitivamente, ha llegado septiembre, el cole y la rutina.
Nosotros andamos de los pelos, con cambio de cole incluído, y mucha paciencia porque la comisión de escolarización lleva un ritmo mucho mas lento del que jamás hubiera imaginado en un pueblo pequeño, pero debe haber un baby-boom del que yo no era consciente.
Y sí, lo se, pelín tarde decidimos el cambio. Pero las comisiones no trabajan en verano, y el junio todavía no lo teníamos claro. Así que ahora pago las consecuencias.
Pero…(si me vais conociendo, siempre saco un pero a los contratiempos) los cambios no siempre son negativos. El disgusto de la noticia ha dado paso a los nervios, la ilusión, la incertidumbre y los sueños. En un par de meses debería hacer balance y espero confirmar mi positivismo.
Del tema lolas, contaros que cada día estoy más contenta. Ya me voy atreviendo a ir algo mas escotada, están blanditas, naturales, no duele ya ni siquiera al estornudar, aunque de coger peso todavía ni hablamos. Dejémoslo en un 85% de recuperación. Queda todavía algo de hinchazón en los laterales, además de las siguentes consultas para seguir rellenando los expansores.
Por hoy, suficiente. Espero poder contaros el próximo día que ya tenemos centro escolar y también hemos empezado nuestra propia rutina.
Os leo!