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Endo, eco, colono y sus amigos

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Endo, eco, colono y sus amigos

 

De nuevo por aquí?? Muchas gracias por tu compañía.

Yo de pruebas médicas. Llevo una primavera completa, he sido vista por todos y cada uno de los recovecos de mi cuerpo, y todavía me queda alguna parte más por investigar, que ésto parece un bucle maléfico.

Vamos por partes, que tenemos mucha tela que cortar.

Si recordáis, el especialista digestivo me mandó unas cuantas pruebas para intentar descubrir a qué son debidos mis continuos dolores de estómago. Ya pasé por la ecografía, con su sorpresa en forma de piedras vesiculares y quistes en el riñón, y faltaban las más desagradables, ENDOSCOPIA y COLONOSCOPIA.

COLONO

Agradecida a los servicios médicos que lo programaron junto, y así, sedada aunque no dormida, se pasó todo mucho mejor.

Lo primero, agradecer a mis conductoras el viaje de ida y el de vuelta, aunque tras la prueba no recuerdo mucho lo que hice, estaba un poquito colgada 😉

Tras tres días de preparativos, comiendo sólo proteínas, un día antes sólo líquido, y el mismo día una pócima hecha con los sobres que ellos mismos me facilitaron, empecé a ir al baño cada diez-quince minutos, sufriendo las escoceduras de los bebés, con un cuerpo jota considerable, con más hambre que un palomo, físicamente cansada y nerviosa, muy muy nerviosa.

Me llamaron bastante puntuales, y, tras quedarme en pelota picada, algo que ya no me da ni frío en el cuerpo, pasé a la camilla que tenían preparada. La vía de rigor, con su dolor punzante de rigor, y la técnico explicando que iba a hacer, que iba a sentir y cómo tenía que colocarme. La medicación en un principio no la sentí; me explico: en quirófano, cuando hay anestesia, notas primero un mareo, luego cómo se nubla la vista, y hasta que despiertas. Pero con ésta no. De hecho, los vi tan decididos con el tubo y el mordedor en mi boca, que deseé marearme y perder el conocimiento.

No me hizo falta. De la endoscopia no recuerdo absolutamente nada, debí, efectivamente, quedarme dormida.

Cuando fui medianamente consciente, es cuando vi en la pantalla una especie de aro metálico que iba cortando partes de mi cuerpo…..Oh My God!! Ya estaban con la colonoscopia, y más tarde me explicarían que eran pólipos. POLIPECTOMÍA se denomina a la tarea. En mi caso, repetida doce veces. DOCE veces. Doce…..

Y leyendo el informe posterior, también me biopsiaron 3 veces durante la endoscopia, y una vez durante la colonoscopia. Es decir, 16 alertas en patología que me tienen desquiciada desde ese día. Suena el teléfono y no quiero ni mirar la pantalla…ni cuando me llaman para avisarme de una deuda sufro tanto, jijiji.

Y como eso no me parecía suficiente, en la rutinaria revisión semestral de ginecología, tras enumerar novedades médicas, personales, pruebas y resultados, citología de rigor y desnudez en el potro de tortura, haciendo un tacto se palpa una “masa alargada”. Es decir, si yo ya no tengo ovarios, ahí no debería haber nada de nada. Con lo cual, y tras la tranquilizadora versión de la ginecóloga, haciendo referencia a los intestinos, de nuevo ecografía, esta vez TRANSVAGINAL.

Me espera un mes de julio, de nuevo, lleno de consultas, pruebas, resultados, nervios, canas, y espero que suspiros y celebraciones.

Me acompañaréis, a que sí??

Os leo