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Amor

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Ay, el amor, el amor.
Que sentimiento tan completo, capaz de hacerte intenso y blando a la vez.

Y que vena me habrá dado, os estaréis preguntando?? Pues que esta tarde me he dado cuenta que estoy enamorada.

Síntomas: deseos de que el tiempo pase para estar a su lado, batería de preguntas sobre su día, ese abrazo en el reencuentro, bailar y cantar como si el mundo se acabara mañana…
Pero tengo dos amores con quien repartir, y eso a veces cuesta lo suyo.

Esos síntomas que se cumplen con las dos a la vez. Esos bailecitos en el coche con cualquier melodía que se atreva a sonar, sea Hit Fm, sea Miliki. Ese agobio con el reclamo dual: mamá, mamá, mamá. Esos besos. Ellas dos. Mis amores.

Y los vuestros, cuales son??

Os dejo ya, con un recuerdo muy especial para dos tremendas luchadoras que comienzan nuevos tratamientos. Que pase pronto, que os deje sanas y podamos seguir compartiendo ratitos muchos lustros más.

Feliz fin de semana. Os leo!

Dos semanas

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Hoy hace justo dos semanas de mi intervención. El cambio es espectacular, casi casi no duele ya ninguna postura cotidiana, el dolor punzante ha desaparecido, levantarme de la cama no supone ya la sensación de rasgar la carne que sentía.

Sí, ha sido doloroso, pero la verdad es que se ha soportado bien. Venía muy preparada, avisada y predispuesta, pero el dolor es imprevisible e incalculable, y nunca se está lo suficientemente preparado. Pero, tras cuatro días tensos, dolorosos y tiesos en postura y movimientos, el dolor ha ido cediendo, los analgésicos ya no son necesarios, y ya paseo casi estirada del todo, sin necesidad de ir sujetando las lolas como si fueran a explotarme en medio del pasillo.

He llevado cuatro drenajes, uno en cada pecho y uno a cada lado de la espalda, de los que conservo dos, los del pecho ya no están. Se nota el alivio, pero llevar todavía uno a cada lado me limita sobre todo a la hora de dormir.

Por todo eso, PACIENCIA es la palabra más escuchada por la 4-22. Se me han quedado pequeños los pasillos, y, para colmo, la ola de calor ha reducido considerablemente mis visitas a las terrazas. Menos mal que la lectura me sumerje durante horas en el camino del rey, y las risas con la compañera hacen más agradable la estancia.

Un saludo y mil gracias a todos. Se que estáis ahí, aunque la cobertura del ala sur deje mucho que desear y no os lo pueda decir en persona.

Os leo!