Nuevo mes a estrenar. Mes de revisiones, otra vez. Mes de nervios, otra vez. Mes de mal carácter, otra vez. Y mes económicamente agónico, otra vez.
Sigo soñando con una justicia «justa» que me devuelva lo que me debe, con un comprador para mi casita, con una cuenta con algún cero y de color azul, no rojo. Por soñar todavía no cobran, verdad?
Y sigo aprovechando esta semana tranquila para disfrutar del tiempo, a secas. Notando cómo el aire siberiano corta mis labios, pero con la curiosa sensación del escalofrío en el pecho, ese que te pone los pezones erectos. El síndrome del miembro amputado. Igual que un manco siente a veces que le pica un dedo que no existe, yo con el frío llevo las largas puestas. No puedo explicaros la sensación, es desagradable, me recuerda que ahí no hay nada, me pone triste, pero ahí está, y como todo lo que viene, tengo que aprender a sobrellevarla.
Menos mal que mi sujetador mentiroso me da calorcito, y no pasa mucho. Otro motivo más para declararlo la compra del año.
Acurrucaos en vuestras mantitas y disfrutad del calor de vuestros hogares.