Bienvenidos, bienvenidas.

Último día de junio, último día de convivencia femenina en casa (hemos tenido invitada y con ella éramos 4 chicas), último día con mis niñas antes de dejarlas una semanita en tierras talaveranas.

Desde el miércoles no hemos parado, celebrando victorias de la selección, cumpleaños con coletas espectaculares, piscinas, compras, teatros, terracitas…todo lo que las vacaciones incorporan, aunque un poco compactado, porque la semana que viene vuelve la rutina laboral.

Después de mis pinchazos traicioneros, algún ataque de gas y mi mosqueo eterno por la minusvalía inexistente, pocas novedades de salud. Sigo con curiosidad la lista de espera, baja rápido, la verdad. Por eso, la playa anda en espera, asomando en los planes pero sin atreverse a salir, por si el quirófano se antepone, que con esos temas nunca se sabe.

Así que poco o nada más tengo para contaros. Voy a disfrutar de otro fin de semana exclusivamente femenino, y mañana retomo mi vida mixta.

Os leo!