Tengo unas semanas de absoluto relax médico, sin consultas, novedades o sustos.
Y por eso, he pensado en destaparme un poco más ante vuestras pupilas y contaros mis manías.
Yo no se vosotros, pero yo tengo miles. Qué digo miles, millones que incluso en algunas épocas han llegado a ser enfermizas.
Os desvelo las más asíduas y raras. Ya me contaréis si coinciden con alguna de las vuestras.
Ahí van:
* Tengo que simular que escupo tres veces cuando veo un animalejo muerto en la carretera. Lo ví hacer una vez, y tomé la costumbre como mía.
* Me santigüo mucho, herencia de mi familia y mi educación católica: la primera vez que salgo de casa por la mañana, cuando veo un coche de difuntos, cuando paso por un cementerio…
* Cruzo los dedos cuando paso al lado de un camión cisterna de gasolina. No valen ni los de agua, ni los de nitrógeno líquido ni los de oxígeno. Y los cruzo y descruzo dos veces. Con eso tengo alguna buena noticia en el día asegurada. Y si el camión es de Repsol negro, el acabóse. Ya puedo estar tranquila. Ese día será memorable.
* Siempre empiezo los periódicos por la contraportada y los empiezo a leer desde atrás. Pero no vale para las revistas. Sólo diarios.
* La tinta de los bolis para estudiar tiene que ser de colores no habituales: verdes, plata…
* Y ya la última: no me puedo ir a dormir si los cojines del sofá no están perfectamente colocados.
Ya tenéis una buena lista de rarezas. Lo malo, si sois como yo, es comenzar a practicarlas. Son hipnotizantes, no te dejan abandonarlas!!
Ahora espero curiosidades vuestras. Os leo!!