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Estoy de vacaciones

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Correcto!! De vacaciones. Ya no estoy de baja médica. Me han dado el alta y disfruto de mis días perdidos.

Punto y seguido a mi proceso. Nunca punto y final por aquello de tener los genes revueltos, pero por fin punto y seguido. Ni siquiera punto y coma.
No quedan quirófanos pendientes programados. El horizonte se presenta como el tuyo: expuesto a la aventura de la vida. Con sobresaltos cada seis meses, analíticas, revisiones y consultas, pero casi casi dentro de la normalidad.

Adiós salas de recuperación, pasillos repetitivos y vías. Espero saludaros de paso, en visitas bonitas de recién nacidos o ingresos por diagnósticos banales.

Mis lolas están de vicio. Cada día mejor, haciéndome amiga de la imagen que refleja el espejo.
Los pezones sin puntos y esperando cita para micropigmentar aureola y hacerlos más perfectos aún.

Y con esa sensación de trabajo terminado y bien hecho os dejo por hoy.

Disfrutad del sol, la luz, el silencio del despertador, la familia, los amigos, el agua..incluso del trabajo. Disfrutad del verano.

Os leo!!

Hogar dulce hogar

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Buenos días a todos desde mi casita, tralará-larita.

Ayer domingo me quitaron los dos drenajes de la espalda, y alta médica. La noticia más esperada. Tuve un buen rato una sonrisa tan grande, que voy a tener que pelear con nuevas arrugas.
La sensación del tubo del drenaje deslizándose por dentro de mi espalda es difícil de describir, el derecho incluso me hizo cosquillas, y el alivio es muchísimo mas grande que el posible dolor.
Curas, recogida de trastos, vestido cuqui y despedidas.

He dejado en la habitación a una valiente de verdad, con una familia que la mima como se merece. Inés se llama. Deseando ir a verte recuperada para que nos hagas esa tortilla tan famosa.
Antes de ella, tuve otras tres compañeras, de las que me quedo con Almudena, con su tiroides extirpado para poder tener una vida tranquila.
Cada una con su historia, su pasado y sobre todo, su futuro. Se comparte tanta intimidad en una habitación de hospital…

Y ahora aquí estoy, en mi hogar, disfrutando de mi camita y mi sofá, y sobre todo mi ducha completa. Tuve un pequeño mareo al salir, que sólo se pasó cuando volví a tapar mi obra de arquitectura. No se si fué la impresión de ver al completo todas las cicatrices, o el miedo a que el agua me rozara, pero el enfermero se ocupó rápidamente de todo, y al ratito ya estaba de nuevo en el sofá, rodeada de mimos y cojines.

Y ya me estoy preparando para salir al mundo real, que mi familia viene a pasar el día conmigo y traen de vuelta a mi sirena mayor, dispuesta a cuidarme y a preparar su campamento.

Ya os dejo. A los que estáis cerca del mar, os pido un minuto de rumor de olas. A los demás, en casa o en el trabajo, recordaros que la rutina es la mejor compañera de la gente feliz, aunque haya días que no lo parezca.

Os leo!