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Si no te tengo a tí

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Si no te tengo a tí

Yo no tengo nada que me haga sonreir
nadie que me abrace fuerte y me haga feliz
no tengo nada que hacer
no tengo por que vivir
no tengo nada de nada,
si no te tengo a ti
solo quiero que estes cerca de mi 

Hombres G. Si no te tengo a tí

Así me siento hoy.

Me está costando contener la lágrima, dejar de suspirar, odiar todas las bucólicas imágines de padres con niños sonrientes y cantarines.

En casa ayer dejamos preparado el regalo de otro papi que sí está para mis niñas, que sí ha podido abrazarlas.

Sentimientos encontrados que cada vez se me hacen más incompatibles. No me salen ni la sonrisa ni los buenos deseos. Me siento «flojha», así, dicho con acento gaditano.

La teoría me la sé: disfruta de tus hijas con la ilusión del regalito a papi. Pero la práctica no se me da bien. No dejo de disfrutarlo, pero me vence la pena.

Me acuerdo de la ilusión con que le dábamos sus regalitos de pequeñas, los últimos años de visitas relámpago y por sorpresa, de ese «gracias hija» que te daba añadido al abrazo, de su sonrisa por nuestras sonrisas.

Me da tanta rabia no tener un motivo hoy para coger el teléfono, o el coche, y contarle las últimas novedades de estudios y mocos, o hablar de política, o de instalaciones deportivas, que más da!! Sólo me gustaría tener esa opción que ya no va a volver.

Te echo mucho de menos, papá. Y en días como hoy, el doble.

Acepto tu colleja por dejar los sentimientos al aire y como empujón para preparar la falsa sonrisa que me tengo que pintar esta tarde delante de tus niñas.

Te quiero.

Padre no hay mas que uno

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Puente de San José, por lo menos en Madrid. Lo cual ha significado que mis niñas se repartan, porque la mayor se ha ido a celebrarlo con el suyo y la peque se ha quedado en casa con nosotros.

Día raro, porque hoy no he felicitado a los Joses, y porque no tengo nada que celebrar.

Si me conocéis, ya sabréis que he cambiado muchos conceptos en mi vida. Y uno de ellos es que no voy a celebrar algo que me hace daño.

Yo ya no tengo a quien felicitar el 19 de marzo. Mis niñas sí, y que sea durante muchos años, pero solo las acompaño con la sonrisa forzada, pero no puedo acompañarlas con el corazón. Porque me duele el alma trasladarme a mi infancia y ver cómo le dábamos cada una su regalito, y volver la vista atrás y recordar unas cañas a las que llegué por sorpresa y llené esos ojazos de orgullo. Porque me inunda la rabia de saber que va a ser así ya para siempre.

Por eso estoy encantada de que el dia haya pasado, que mañana vuelvan los atascos y las prisas. Necesito un café de risas. O dos.

Feliz comienzo de semana. Os leo!!

Corazón partío

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Día del padre. Puff.

Este año duele la fecha. Ni llamada, ni visita sorpresa…no está. Y en su sofá de nubes estará moviendo la pierna nervioso por vernos llorar, deseando salir volando y darnos un abrazo.

Por otro lado, la ilusión de las enanas, una porque se va con su padre a celebrarlo, y la otra porque sí, porque todo es un motivo válido para montar una fiesta.

Literalmente, como en la canción, con el corazón partío ando. Y digo literalmente, porque me he levantado con un dolor en la cicatriz derecha considerable, temiendo que no es nada físico, son tres días recordando, aguantando lágrimas y suspirando.

Venga, unas horas más y habrá pasado. Disfrutadlo muchísimo los que tengáis con quien celebrarlo, y brindad por lo buenos que fueron los que, como yo, los tengáis brillando en vuestro cielo.

Felicidades, papá.