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Sofá y mantita

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Pasó el año, volvieron la pena y los recuerdos, las flores sobre el Tajo y la añoranza, pero sigue la familia arropando a esa mami derrotada.

Y se quedó la pequeña de terapia, haciendo todas sus tonterías juntas, porque parece que sabía que lo necesitábamos, que era la única capaz de sacarnos la sonrisa.

La vuelta a casa fue tensa, la lluvia me lo hizo difícil, las lágrimas también.

Y el fin de semana ha sido relajante, tranquilo, de sofá y mantita, sin horarios. Libros, juegos, lecturas y conversaciónes telefónicas, pensando ya en mi posible próxima incorporacion al trabajo.

Las noches revueltas, porque, de repente, me despierta un dolor horrible en mis lolas. No se si es la postura, los nervios, las ganas de cambiar expansor por silicona, pero duelen a rabiar, sólo en la noche. Durante el día todo normal, monísimas, mejorando mucho mi imagen rebotada del espejo, receptoras de miraditas, pero, ay la noche, cuánto dolor. Y no sabría explicar si es muscular, posicional o imaginario. No sé calificarlo.

Dudo si acercarme el jueves para que me vean, o sólo llamar y consultar, porque no veo motivo alguno, ahora que la piel ya está adaptada (creo). Podría ser la postura que cojo al dormir. Es lo que tiene soñar tan profundamente, que puedo romperme un brazo y ni enterarme. Aunque confieso que me preocupa un poquito.

Todo lo demás en su sitio. Mi sirena feliz en su mundo de cole y sincro, y yo feliz de ver cómo sigue creciendo sin mayor preocupación que un grano nuevo. Bendita infancia!!

Os dejo, que voy a intentar resumir un tema de Sociología y después hacer unos canelones. Estáis invitados.

Os leo

Welcome, mr. Autumn

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Pues eso, que ya llegó el otoño. Pero he ido por delante, y por fin tengo hecho el cambio de armario.

Fin de semana de lluvia, siestas y paseos. Típico de este tiempo.

Y retomando la rutina del café en las tardes de entreno, con el libro bajo el brazo, y el propósito de aprovechar los ratos muertos para volver a estudiar.
Sí, los que me conocen saben que cada año lo intento, pero este año he bajado las ambiciones, y voy a probar con el primer semestre. Debe ser la envidia por ver a mi sobrina mayor emprender su nueva vida de estudiante universitaria.

Los paseos van viento en popa. Me duelen las piernas como a los habitantes de un geriátrico, lo que me alegra mucho, señal de actividad parada demasiado tiempo.

Y mis prótesis siguen tirando cada vez un poquito menos, hasta el jueves, que vuelvan a reventar mi delantera. Cada vez noto más el tirón, cada vez más tensas, pero cada vez más reales, asomando por las camisetas como hacía mucho tiempo. Tanto como cinco años, antes del primer paso por quirófano.

Y así pasan los días, como dice la canción. El próximo jueves os volveré a poner foto de mi escote, para que podamos empezar a comparar.

Feliz semana. Os leo!

Sensaciones

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Hola de nuevo.

Hoy voy a intentar explicaros una nueva sensación que experimenté ayer.

Os introduzco en la situación: Arroyomolinos, siete de la tarde, terraza, refresco y fresquito, por no decir frío.
Cualquier mujer, cuando tiene frío, sufre una reacción automática en el pecho: el pezón se pone duro y en algunos casos incluso duele, algo que se pasa en el momento y no tiene la mayor importancia.
Pues bien, en mi caso todavía no existe pezón, pero sí la sensación del frío y la contracción de la musculatura, por lo que creo que incluso se me movieron los expansores.
La primera vez fue curioso, casi como la primera vez que el feto se mueve dentro de tí en el embarazo. No sabes muy bien qué está pasando.
Pero cuando sucede más veces, ya sí eres consciente de lo que ocurre, y en mi caso, es algo desagradable, aunque no doloroso.

Tras la operación, mi no-pecho se ha rellenado con algo de musculatura dorsal, además de los expansores, por lo que se debe contraer con el frío, sensación que no notaba desde hace muchos meses.
No dejo de experimentar cosas nuevas con mis lolas, parece increíble!

Con respecto a mi rutina, todo sigue igual. La integración al nuevo cole ha sido muy buena, y de nuevo han comenzado las horas de entreno en el agua.
Yo voy a empezar a caminar por las tardes, ya que el resto de deportes no son compatibles con mis brazos o con mi monedero. Andar es sano y muy barato. Vamos a ver cuánto me dura el nuevo objetivo, porque algo vaga soy, tengo que ser sincera.

Ya os dejo. Abrigaos, que el otoño ha venido con aires gélidos.

Os leo!