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Oct5

Familia

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Hoy cambio de registro y, haciéndole caso a mi madre (no has hablado nada de tu familia, rica!), vamos a hablar de la familia Soriano.
Para los que no me conocéis, soy la tercera de tres hermanas criadas en Talavera por unos padres humildes, muy trabajadores y, sobre todo, muy buenos educadores. La mitad de mi reino daba yo porque se me hubiera quedado un poquito de su buen hacer en los genes.
Independientemente de los momentos cotidianos de cualquier familia, en los que romperías con todos y acabas harto de cumplir las normas, se puede decir que somos una familia unida, aún siendo tan distintos y tan independientes. Porque independencia es el sustantivo más utilizado para definirnos a cada una de las hermanas.
Individualmente, y a mis ojos, papá es el cariñoso, el pavo real orgulloso de su prole, el sufridor por afición, es lo que tiene ser del Atleti, el cabeza de familia con todo, absolutamente todo lo que eso implica.
Mamá es la enfermera jefe, la sufridora por obligación, la que tiene que regañarte y darte el abrazo a un tiempo, a la que comprendes cuando tienes hijos, la que puede llegar a molestar porque sólo quiere agradarte, la orgullosa cabeza de familia que siempre tiene un halago para todos, una foto para presumir, un suspiro cuando quiere llorar o gritar y no puede.
La mayor es la leona, protectora de sus cachorras, la reservada, la despegada en sentimientos pero de la que necesitas aprobación y consejo, la madre, la tía, la mujer trabajadora orgullosa de sus logros.
Y la mediana es la sensible, la del caparazón dibujado, que cuando pasas el borrador desaparece, la tía con mayúsculas, la que reconoce cuándo se ha equivocado, la del “Dios proveerá”.
Y ahora que nuestro pavo real tiene las alas flojitas, es cuando el Soriano power aflora y nos une sin posibles fracturas.
Os quiero mucho, aunque dentro de nuestro manual familiar no se estile decirlo.
Fdo. La pequeña de la familia Soriano.

Ago24

Qué difícil

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Primer día “despechada”, como la telenovela. El quirófano bien, eterno hasta que entras, con el recuerdo de mis niñas en la playa para dormir tranquila, y un buen despertar.
Muchas horas en reanimación, no por necesitarlo, sino por problemas de logística del hospital.
Agua, zumito, un sandwich y a dormir, y al despertar trajín de visitas médicas.
Ya me he mirado al espejo. No os puedo describir lo que siento, es una mezcla entre dolor, lástima, rechazo, esperanza… y sí, he llorado como una cría, pero tenía que hacerlo, necesitaba dejar de ser fuerte por un momento para coger impulso y seguir luchando. Y conmigo Jaime, claro. Cuanto amor en ese momento, otro más que queda grabado!
Por ahora os dejo, que estoy muy ocupada acumulando sensaciones.
Por cierto, no os voy a poder agradecer a cada uno vuestro interés por mí. Disculpad si en algún momento no os cojo el teléfono, o no contesto vuestros mensajes. Me gusta atenderos al 100% y en estos días no siempre lo estoy. Pero gracias!

Os leo!!

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The first day “driven to despair”, as the soap opera. The operating room well, eternal until you enter, with the recollection of my girls in the beach to sleep calm, and a good awakening.

Many hours in resuscitation, not for needing it, but for problems of logistics of the hospital. A sandwich waters down, zumito, and to sleeping, and to the awakening trajín of medical visits.

Already I have looked at the mirror. I you cannot describe what I sit, it is a mixture between pain, a pity, rejection, hope … and yes, I have cried as a baby, but it had to do it, needed to stop being strong for a moment to take impulse and to continue fighting. And with me Jaime, clear. Love in this moment, another that remains engraved! For the present I leave you, that I am very busy accumulating sensations.

Certainly, I you am not going to be able to be grateful to each one for your interest for me. Forgive if in any moment I you do not take the telephone, or I do not answer your messages. I you like to attend to 100 % and in these days not always I it am. But thank you!

I read you!!