Si habéis leído el título de este post elevando la entonación hasta casi un grito al final lo habéis hecho perfecto.
Soy una electrobailarina con espasmos a eso de la media tarde. Ni os imagináis el picor inhumano que empieza a recorrer mi axila, coge mi sililola derecha, y continúa algo más de media hora sin parar.
Van ya dos tardes así. Y mas o menos a la misma hora.
Como buena estudiante de ciencias, he analizado todas las variantes: tipo de ropa, tipo de sujetalolas, actividades previas…y nada que ver un día con otro.
También es cierto que este año mi alergia no ha tenido compasión y está atacando con todas sus fuerzas, pero imagino que nada tendrá que ver con el picor. O sí. Por favor, por favor, que me llamen pronto para operarme y poder ver a mi cirujano y preguntarle.
Si recapacitamos, tan sólo hace tres meses mañana del último quirófano. Las cicatrices interiores todavía estarán fresquitas y quizá sellando, por intentar buscar consuelo al mal rato. Es ponerme a hablar de ello y tener la sensación del picor de nuevo.
Por lo demás, semana tranquila tras unos días sin parar entre competiciones de sincro y fiestas. Mi pre-púber ha sido la auténtica protagonista de los últimos días.
La sincro mal. Medalla segura y robo de dos puntos que convirtieron la piscina en un valle de lágrimas. Con lo bien que lo hicieron!! La vuelta a casa fue un intento de racionalización que parece que calmó ánimos.
Y las fiestas una tortura. Madre y bebé dando vueltas, vigilando de lejos a pre-púber y amigos/as que montaban y montaban en todas las atracciones. Con un frío que pelaba, que todo hay que decirlo. Veranodosmiltrece, dónde narices estás??
Y ya por hoy os dejo agradeciendo de nuevo a todos que sigáis prestando tanta atención a mis avatares médicos.
Os leo!!