Permitidme que hoy me dirija sólo a mis onco-lectoras, esas valientes que están pasando o ya pasaron este proceso tan ………….(a rellenar por cada una).
Llevo una temporada mirando portadas, revistas, programas playeros, «instagrames» de cuarentonas perfectas e, inevitablemente, la siguiente mirada va a mis lorzas, mis brazos de elefanta, mis 42 que no son sus 42. Imagino que a vosotras puede que os pase algo parecido. Por eso, os voy a contar mi secreto para seguir poniendo una sonrisa a ese espejo traicionero:
MANTRA 1.- Con 33 años he vivido un diagnóstico de CÁNCER, situación límite, dramática, impactante y que te deja marcada, algo que ellas (esas cuarentonas tan monísimas) no han sufrido.
MANTRA 2.- 8 sesiones de quimio y 33 de radio HAN AFECTADO a mi cuerpo. Eso es así y no hay más tutía.
MANTRA 3.- Mis brazos van a ser siempre más grandes, no tengo ganglios linfáticos que drenen, pero soy afortunada porque no he sufrido linfedema.
MANTRA 4.- Cuatro diagnósticos de cáncer en 4 años en una misma familia AFECTAN. Perder a tu padre en dos meses mientras intentas recuperarte de una mastectomía, también.
MANTRA 5.- Vivir un año entero SIN PECHO marca tu cuerpo, lo llena de cicatrices físicas y en el alma.
MANTRA 6.- Quirófanos, anestesias, preoperatorios, pruebas de todo tipo, radiaciones, analíticas, TAC, gammagrafía, resonancias, ecografías…puede que cualquier cuarentona lleve alguna que otra. Te aseguro que llevo MIL de cada una.
MANTRA 7.- Siete quirófanos en ocho años con sus anestesias, algunos de ellos de más de 7 horas, AFECTAN.
MANTRA 8.- Tuve que decir adiós a mis ovarios TAN SÓLO a los ocho meses de dar a luz, con 38 años, la edad a la que muchas mujeres tiene su primer hijo hoy en día; mi cuerpo aún no había tenido tiempo de recuperarse al 100% cuando me provocaron una menopausia precoz y feroz con TODOS y cada uno de sus síntomas.
MANTRA 9.- Con¿vivir? con revisiones semestrales de varias especialidades, donde te juegas un nuevo diagnóstico en cada una de ellas, MACHACA.
MANTRA 10.- Un buen vestido, el ojo pintado, tacones que hagan MUCHO ruido y la sonrisa que enseñe bien todos mis dientes son imprescindibles en mi vestidor.
Todas estas muletas NO VALEN para entonar el pobre de mí: PROHIBIDO!!! Sólo son válidas para ponerte los pies en el suelo y darte cuenta de que eres la mejor cuarentona en kilómetros a la redonda.
Aplícatelo a tu historia, y piensa si tienes cerca a alguna mujer capaz de compararse contigo después de haber superado todo. Sólo sonreír ya te pone por delante de 12.916,48, te lo digo yo.
Amigas, ha llegado el momento de crear EL CLUB DE LAS SUPERVIVIENTES: superheroínas que son capaces de llevar una vida «normal» con sus kilos de más, sus achaques, sus revisiones, pruebas y calvarios de salud, y, aún así, sonreír porque están VIVAS. Te apunto??
Os leo!